Alimentación Natural

En esta sección, vas a encontrar toda la información relacionada a una mirada diferente sobre la alimentación, donde nos enfocaremos en la búsqueda de un equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espiritu a partir del alimento, entiendiendo que alimento es todo aquello que ingresa por cualquiera de los sentidos.

“Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina” Hipócrates.

 

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¿En qué consiste este acompañamiento?

Desde Plena Presencia entendemos a la salud como un proceso dinámico, el cual nos permite aprender con cada situación que nos toca vivir. En este proceso, es importante lograr un equilibrio y coherencia entre lo que hacemos (cuerpo), lo que sentimos (espíritu) y lo que pensamos (mente).  Si bien, desde una primera idea, podemos suponer que la alimentación sólo afectaría a nuestro cuerpo, vamos a descubrir juntos que también está influenciada (y por lo tanto, influenciando) a nuestro sentir y pensar.

El acompañamiento que realizaremos desde la parte nutricional-alimentaria estará enfocado en modificar nuestros hábitos alimenticios, de manera que sean más funcionales a las necesidades propias de cada persona, es decir, trabajaremos para que nuestra alimentación nos ayuda a obtener el equilibrio físico-psíquico-emocional. Por lo tanto, es fundamental, comprender que no se trata de una “dieta” clásica, en la cual definimos que comer (y que no) con un objetivo específico (bajar o subir de peso, ganar músculo, reducir el colesterol, etc). La idea de este acompañamiento es adoptar una nueva forma de alimentación, con mayor consciencia, la cual podamos mantener a lo largo de nuestra vida.

¿Cómo hacemos para comenzar esta nueva nutrición? Inicialmente, es importante conocer las particularidades de la persona. Por esto, conversaremos sobre su vida, sus actividades, cómo está compuesta la familia, y un largo etc. que nos permitirá poder diagramar de acuerdo a las necesidades y posibilidades como comenzar a mejorar la alimentación. Este primer encuentro es de vital importancia, ya que la persona no es un ser aislado y que esta nueva alimentación “entrará” en su vida y convivirá con ella y sus actividades. Para citar un ejemplo, no podemos trabajar de la misma forma con una persona que vive sola y trabaja desde su casa que con otra que vive con su familia, trabaja de noche y no hace actividad física. A partir de este conocimiento personal, detallaremos una serie de pasos a dar para cambiar nuestros viejos hábitos y adoptar una nutrición mas consciente y natural.

“Alimento es todo aquello que ingresa por los sentidos”. Cito esta frase, para explicar que no sólo nos enfocaremos en la nutrición en relación a los alimentos, sino que también lo haremos en la nutrición de nuestro ser. Por lo tanto, en la propuesta a cada persona, también buscaremos mejorar el contexto en el cual comenos, como nos relacionamos con la comida en lo individual y social, el sentimiento de culpa cuando comemos “algo prohibido”, entre otras cosas. También se trabajará en alentar a la persona a realizar actividad física, ya que es una parte importante en el proceso de salud. Luego de este paso inicial, comenzaremos un proceso de seguimiento de contactos, donde de acuerdo a las necesidades y a los momentos que cada uno vive (momentos personales, momentos de año, cambios en su vida, etc) se realizaran ajustes sobre lo planteado al inicio del proceso.

Este proceso implica un trabajo de autoconocimiento, de entender por qué como lo que como y de porqué como de la manera en que como. Es decir, entender la relación entre nuestras emociones y pensamientos con la alimentación y cómo afecta a mi cuerpo, mente y espíritu. A partir de esta comprensión, podemos comenzar a trabajar y modificar patrones que no nos resulten beneficiosos. Por esto, consideramos a esta propuesta como un cambio a una alimentación consciente y natural.

¿Cómo empiezo?

“Es mejor mantener la casa limpia, que barrer a cada rato”. Con esta frase, quiero representar que antes de pensar en calorías, macronutrientes, superalimentos, y un sinfín de etc. debemos pensar en cómo nos encontramos actualmente e identificar todo aquellos alimentos (que ingrese por cualquiera de nuestros sentidos) que nos están “ensuciando” el organismo.

Para esto, te propongo lo siguiente: podes usar de “modelo” las preguntas de este post. La idea es anotar todo lo que vas comiendo durante el día, y además, como te sentís inmediatamente después de que finalizas esa ingesta. La idea, también, es contextualizar la situación en la cual comiste (lugar, hora, estado de ánimo, tiempo, si miraste televisión, si usaste el celular, etc). Al final del día, hace un resumen general de cómo te sentiste, como estuvo tu nivel de energía, como reaccionaste ante determinadas situaciones, etc. Incluye en este “resumen” como descansaste la noche anterior. Hace este ejercicio, al menos, durante una semana.

Al finalizar la semana, relee todo lo escrito y busca sacar tus propias conclusiones más allá de los “gustos”. La idea es comenzar a tener registro consciente de lo que comemos, como y cuando compramos el alimento, de donde lo obtenemos, como lo cocinamos, como influye el tipo de comida en nuestro día a día, etc.

Algunas preguntas que te pueden ayudar: ¿conozco el origen de cada alimento? ¿Conozco cada uno de los ingredientes? ¿Puedo identificarlos en la naturaleza? ¿Tuve una buena digestión? ¿Descanse bien o tuve problemas para dormir? ¿Estuve tranquilo o irascible? ¿Cómo varío mi nivel de energía durante el día?